Este concepto expresa una versión de los ejecutivos principales de las empresas que funcionan como un embajador clave ante asuntos políticos, sociales o culturales que no están relacionados con el negocio de sus compañías.
EL CEO ACTIVISTA
Ante un entorno dominado por la hipertransparencia y la necesidad de darle rostro al storytelling y storydoing, se formó la necesidad de que la cabeza más visible de la compañía para el desarrollo del negocio también lo fuese para la marca. El concepto se construyó en Harvard, luego de que en 2015 Tim Cook, CEO de Apple, se manifestara en contra de una Ley de Libertad Religiosa en Indiana, Estados Unidos.
En pleno proceso de ebullición, esta tendencia maduró rápidamente en Estados Unidos ante el fenómeno político-social de la llegada de Donald Trump al poder. Coincidencialmente, o no, la conquista de la Casa Blanca por parte de un outsider del mundo empresarial fue el caldo de cultivo para que, en muy poco tiempo, el CEO activista pasase de ser un fenómeno incipiente a una tendencia en todo el país. Desde debates medioambientales, pasando por los derechos sociales y el voto, grandes empresas comenzaron a tomar posición mediante su CEO como máximo líder en el discurso de la empresa.
En la construcción de un modelo exitoso de CEO activista, se reconocen varios desafíos para una mayor participación no derive en más problemas para la empresa:
- La definición de un propósito: el CEO, como activista, tiene que seguir una línea coherente construida previamente sobre la filosofía de la
empresa. - Foco en los problemas clave: el CEO activista no puede ni debe hablar sobre todo. La compañía debe responder o posicionarse ante ciertos temas clave, alineados con sus competencias empresariales o sus valores.
- Establecer un sistema de evaluación de riesgos reputacionales: los CEO activistas no actúan solos; detrás debe haber un andamiaje listo para evaluar las expectativas de los grupos de interés y medir el posible impacto de una posición pública del CEO.
- Implementar un modelo de gobernanza de la gestión de los grupos de interés: el Capitalismo de los Stakeholders puede convertirse en una pesadilla si no se acompaña de un esquema de gobernanza de los grupos de interés.
- Reforzar el compliance: un CEO activista significa una mayor exposición pública, y una mayor exposición pública genera un escrutinio más estricto sobre la empresa. En pocas palabras “walk the talk” como dicen en Norteamérica, o haz lo que predicas.
Buenas prácticas:
João Paulo Ferreira
CEO, Natura & Co.
Latin America
Como líder de la empresa desde enero de 2020, Ferreira asumió la lucha contra la deforestación y el cambio climático de manera frontal. En línea con la filosofía de la empresa, Ferreira declara continuamente sobre la importancia de cuidar el planeta y plantea que el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente son posibles conjuntamente.
Su activismo le ha llevado a valorar los esfuerzos por proteger el Amazonas en Brasil, planteando incluso que no se está “haciendo demasiado para frenar la deforestación ilegal”. “Detener la destrucción ilegal de la Amazonía es responsabilidad del gobierno y no es negociable. Necesitamos exigir acciones en esta dirección”.
Simón Borrero
CEO de Rappi
Al frente de una de las empresas que mejor ha salido tras la pandemia, Borrero se ha posicionado más allá de su rol como empresario al promover en medios de comunicación la necesidad de aumentar el gasto público para fomentar el desarrollo nacional tras la pandemia.
Borrero plantea la teoría del “big push”, y establece una ruta mediante políticas públicas económicas basadas en “un programa de inversión masiva diseñado para promover industrialización y construcción de infraestructura” para generar crecimiento sostenido.
Gianfranco Ferrari
CEO del Banco de Crédito
del Perú (BCP)
La histórica institución financiera del Perú tiene como líder a un CEO que en el último año se ha manifestado sobre temas como la inclusión tecnológica, acceso a la educación o sobre temas políticos nacionales de mucha sensibilidad social.
Como caso más emblemático, Ferrari se manifestó en medio de una coyuntura nacional convulsa mediante el hashtag #DePie para sumarse a una campaña por la democracia, elecciones libres, equilibrio de poderes, apoyo a la protesta pacífica, una reforma universitaria y una ciudadanía activa.
Descarga el informe
UNO
Liderando más allá del negocio
Este concepto expresa una versión de los ejecutivos principales de las empresas que funcionan…
DOS
Automatizando la generación de valor
Sin lugar a dudas, la pandemia de la COVID-19 ha tenido grandes impactos no solo en la salud…
TRES
Estableciendo modelos de predicción
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CUATRO
Marcas con propósito
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CINCO
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SEIS
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SIETE
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